El Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria (IPI), muy poco conocido entre la población general de contribuyentes de renta, se perfila entre los favoritos de las propuestas de profesionales tributarios y hasta de autoridades del Gobierno, con la anuencia y sugerencias de organismos internacionales.
Actualmente, el IPI se aplica a la diferencia del conjunto de viviendas o vivienda valorada en un poco más de RD$9 millones (RD$9,860,649.00).
Se estima que sería la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) quien la encargaría del avalúo de los inmuebles a ser gravados.
Este tributo impacta a los grupos de más ingresos.
Hay quienes han planteado que el gravamen se extienda a residencias lujosas en terrenos rurales o semi-rurales, que son usadas para renta corta o de vacaciones.
En el país se conocía como IVSS o Impuesto a la Vivienda Suntuaria. El IPI como se conoce ahora es un impuesto anual que se aplica sobre la suma total del patrimonio inmobiliario gravado que tienen registrados las personas físicas y a los fideicomisos.