Representantes del sector ambiental coincidieron en señalar que el desarrollo del nuevo polo turístico Cabo Rojo, en Pedernales, debe ejecutarse con absoluto respeto a la integridad del medio ambiente, especialmente a las áreas protegidas de la zona, y garantizar la participación activa de la comunidad para que los beneficios lleguen directamente a la población local.
La ecologista Yvonne Arias, directora ejecutiva del Grupo Jaragua, expuso que el modelo de desarrollo a implementarse no debe repetir los errores cometidos en otros destinos turísticos del país.
"Esta es una gran oportunidad que tiene el país para demostrar que es posible la convivencia de la diversidad biológica, de las áreas protegidas y de sitios que han sido declarados, por ejemplo, como reserva de biosfera, como Jaragua-Bahoruco-Enriquillo por la UNESCO, y que todo lo que allí se haga tiene que ser en armonía con esos recursos que están presentes", expresó.
Arias también subrayó la importancia de garantizar la participación real de la población local en la toma de decisiones y en los beneficios del proyecto.