Un representante del comité campesino de la presa de Monte Grande denunció que cedieron sus tierras al estado en búsqueda de que estos los reubicaran en un terreno mejorado, pero aparte de la larga espera “la tierra prometida los enviarán al infierno.
El presidente del Comité de Protección y Defensa de la comunidad de la Maceta, Santo Esteban Ferreras, denunció que desde el inicio de la construcción de la presa, que se ubica entre las provincias Azua y Barahona, les han prometido reubicarlos en varios terrenos, que no están aptos para la producción agrícola. Resaltando que 400 familias están siendo afectadas de manera indirecta y de manera indirecta asciende a más de 800 afectados.