La construcción de la Avenida Ecológica, en el municipio Santo Domingo Este, ha despertado el interés de invasores e inversionistas que, violando leyes y decretos durante años se apoderan del farallón, pese a ser área protegida, con reservas de aguas subterráneas, vegetal, petroglifos y hábitat de especies animal.
Esta obra, inaugurada en agosto de 2020 por el entonces presidente Danilo Medina, tiene una extensión de 9.5 kilómetros, desde la avenida Charles de Gaulle hasta la Ciudad Juan Bosch y fue diseñada principalmente para ese proyecto habitacional de unos 25,000 residentes.
Desde hace más de 15 años que invasores particulares, y otros patrocinados por personas que han hecho del lugar un negocio, han ido ocupando todo el farallón desde donde la vía se une a la avenida Coronel Rafael Fernández Domínguez, en la parte oeste hasta la Ciudad Juan Bosch con una extensión total de 11 kilómetros.
Mediante la Ley 381-92 el lugar fue declarado área protegida y ocho años después fue incorporada a la Ley 64-00 de Medio Ambiente, reforzado en el 2004 por el entonces presidente Leonel Fernández, mediante el decreto 1214, que planteó la elaboración de un Plan de Manejo del farallón y establece la liberación del espacio por parte de particulares.
El espeleólogo y ecologista Domingo Abreu Collado explica que la Avenida Ecológica "es parte pequeñísima" del gran farallón sur que se extiende 170 kilómetros desde Punta Palenque, en la provincia San Cristóbal, hasta la provincia La Altagracia.
"Ese farallón es determinante para la custodia y protección de esas aguas que están ahí y todo el mundo sabe que esas cuevas en toda parte son habitáculos esenciales de los murciélagos y de todas las especies que dependen de la energía que los murciélagos llevan hasta el interior de las cuevas, esas especies dependen de esa energía y en ese farallón debe haber por lo menos 10 especies de murciélagos diferentes de las 17 que tenemos en la isla".