La Superintendencia de Bancos de la República Dominicana ha sometido a consulta pública una propuesta de modificación al Reglamento de Protección al Usuario de los Servicios Financieros. Esta iniciativa marca un paso importante hacia una mayor equidad y transparencia en la relación entre las entidades bancarias y sus clientes. Sin embargo, su implementación tendrá implicaciones significativas para los bancos, tanto operativas como legales, que deberán adaptarse a un nuevo entorno normativo más exigente.
Uno de los principales cambios es el fortalecimiento del control sobre el diseño y promoción de productos financieros. Esto obligará a las entidades a someter sus ofertas y campañas publicitarias a mayores filtros regulatorios, revisar internamente sus políticas comerciales y adoptar prácticas más alineadas con los perfiles de riesgo y necesidades del usuario.
También se introduce la obligación de suspender el cobro de montos en disputa mientras se investigan consumos no reconocidos, lo cual podría afectar la liquidez temporal de las entidades y exigir un manejo más riguroso de los reclamos.