Las deportaciones masivas de inmigrantes haitianos y las estampidas voluntarias de miles de estos extranjeros hacia su país, ya afecta la industria de la construcción en la República Dominicana, cuya mano de obra depende básicamente de esa población. Así lo manifestó ayer domingo en asamblea, la Unión Nacional de Maestros Constructores (Unamacons), que además agrega los altos precios de los materiales de construcción, falta de iniciativas de inversión estatal, la que se limita a muy pocas obras, así como los impuestos de diferentes índoles.
Manuel Gutiérrez, presidente de la Unamacons, Francisco Concepción, presidente en funciones, así como Jean Loc, dirigente de la entidad, deploraron que el sector construcción tenga que depender de la mano de obra haitiana, lo que atribuyen a las bajas tarifas salariales, que no son atractivas para los dominicanos.