En Santo Domingo están de moda los condo-hoteles. Los vemos en construcción en cualquier esquina del polígono central. Ahora bien, el beneficiar con exenciones impositivas de Confotur a estos “condo-hoteles”, proyectos inmobiliarios urbanos que en muchos casos poco de turístico tienen, debe considerarse como una práctica altamente irregular.
Confotur, como su nombre lo indica, Consejo para el Fomento de Turismo, es una entidad colegiada cuyo fin es la promoción del turismo, y es inexplicable cómo, formando parte del consejo de Confortur tantas instituciones y entidades, incluyendo los ministerios de Hacienda, Turismo, Medio Ambiente, Cultura, y Asonahores, entre otras, se hayan aprobado en el pasado bajo el programa de Confotur, proyectos que ni son hoteleros ni turísticos, sino inmobiliarios de ciudad, de venta de bienes raíces.
El hecho de que un proyecto inmobiliario urbano decida llamarse condo-hotel y que en su mercadeo exprese que tendrá administración hotelera, no lo convierte automáticamente en un proyecto hotelero turístico. En la mayoría de los casos, vemos que es simplemente un adorno de palabras y mercadeo para edificios que realmente son proyectos inmobiliarios urbanos en Santo Domingo o Santiago.