La construcción de complejos habitacionales en las zonas turísticas impulsa los alojamientos de renta corta, convirtiéndose en una opción para invertir y vacacionar al mismo tiempo.
Esto se evidencia en las 40,850 propiedades de plataformas digitales como Airbnb estimadas por el Ministerio de Turismo hasta marzo del 2023 con 99,609 habitaciones. Estas estadísticas son un referente de que dominicanos apuestan por invertir en bienes raíces y, a su vez, vacacionar.
“Hace siete años presentamos el primer proyecto y nos aseguramos de la revalorización del cliente. Un apartamento costaba US$150,000 y ahora su precio asciende a US$300,000”, explicó el director ejecutivo de Cana Rock, Javier Hermana.