La Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) informó que ese sector respalda la propuesta de regulación de los alojamientos de renta corta impulsada por el Ministerio de Turismo e instó a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) a asumir también su responsabilidad fiscal.
El presidente de la entidad, Juan Bancalari, explicó que actualmente Asonahores trabaja de manera activa con el Ministerio de Turismo, en la revisión de una propuesta regulatoria que ya fue entregada hace más de un mes. Contempla la creación de licencias, tanto para el propietario como para el “host” o anfitrión, con requisitos de registro y verificación de la propiedad.
Según indicó, ya la asociación ha elaborado una contrapropuesta que busca mejorar la experiencia del visitante y cerrar las brechas que aún persisten.
La vicepresidenta ejecutiva de Asonahores, Aguie Lendor, expusó que entre las medidas contempladas en el borrador está la obligación de mostrar fotos verificadas de los inmuebles, que serán inspeccionadas por el ministerio, evitando así fraudes comunes en plataformas digitales. Además, las propiedades deberán contar con un número de licencia visible en los anuncios, como garantía de autenticidad y seguridad para el turista.
No obstante, desde Asonahores insisten en que el alcance del Ministerio de Turismo es limitado. Aunque puede establecer requisitos mínimos sobre calidad y seguridad de las propiedades, no tiene competencia en asuntos fiscales ni de planificación territorial.
Por eso, proponen que la DGII implemente un esquema de tributación claro y justo, que incluya el cobro de Itbis sobre el monto total de la renta y no solo sobre la comisión de la plataforma digital.
Lendor indicó que en febrero se emitió un decreto que pretendía establecer un tributo sobre la comisión cobrada por las plataformas, pero que fue retirado horas después, por consideraciones más amplias que afectaban a otros servicios digitales como Amazon, Netflix o Uber.
“Para Asonahores, lo justo es gravar el total de la operación de alojamiento, ya que, en la práctica, las rentas cortas están generando ingresos como cualquier hotel, pero sin pagar los mismos impuestos”, dijo.
De su lado, el presidente de la entidad, Juan Bancalari, afirmó que ese servicio es una competencia desleal, que debe ser atendida de manera integral, debido a que las rentas cortas operan sin controles de seguridad, fiscales ni urbanísticos.
Por otro lado, el primer vicepresidente de Asonahores, Javier Tejada, alertó que esa situación también está generando el fenómeno de la gentrificación, pues la demanda creciente de propiedades para renta corta está desplazando a las clases trabajadoras de zonas céntricas, elevando los precios del suelo y dificultando el acceso a viviendas dignas para quienes ofrecen servicios esenciales al turismo.
“Es un problema social que ya hemos visto en ciudades europeas”, alertó.
Los directivos de Asonahores aclararon que no están en contra del turismo inmobiliario. “Lo que rechazamos es el crecimiento descontrolado y desregulado de una oferta que ni es turística ni tiene ningún tipo de control de seguridad, ambiental o urbanístico”, dijo Bancalari, en la entrevista con HOY.
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