La venta de terrenos pertenecientes al Banco de Desarrollo y Exportación (Bandex) ha desatado una fuerte polémica, luego de que la propiedad fuera adjudicada a un miembro del mismo partido político del director de la institución, Juan Mustafá.
La controversia surge porque estos terrenos, ubicados en Hato Nuevo, habían sido solicitados durante más de una década por una iglesia local, la cual presentó múltiples cartas y gestiones para adquirir la propiedad, donde ha construido un templo desde 2014.
La situación fue expuesta públicamente durante una llamada al programa “El Sol de la Mañana”, donde Mustafá fue cuestionado sobre el proceso de venta y la falta de consideración hacia la iglesia que buscaba adquirir los terrenos desde hace años.
La falta de prioridad hacia esta institución religiosa ha generado un intenso debate en la opinión pública, especialmente en los círculos políticos y religiosos.
Liderados por el pastor Pedro Martínez, un grupo de feligreses de la iglesia denunció que Bandex ha ignorado sus derechos sobre el terreno, situación que ha escalado en un conflicto con otro ciudadano que reclama la propiedad. La polémica sigue creciendo, y tanto la comunidad religiosa como la opinión pública demandan una revisión del proceso de venta y una mayor transparencia en la gestión de bienes estatales.
Más detalles
Se expuso la problemática que enfrentan los feligreses de la iglesia en Hato Nuevo. Según informaciones, desde el año 2014, el pastor Martínez ha enviado diversas solicitudes al antiguo Banco Nacional de la Vivienda (BNV) para adquirir formalmente el terreno que ocupa la iglesia, pero no ha recibido respuesta satisfactoria. En el contexto de lo que se ha descrito como una “negligencia administrativa”, el Bandex, continuador del BNV, vendió el terreno a un individuo identificado como Jean-Claude, sin tener en cuenta la ocupación y solicitud previa de la iglesia.
El comunicador Carlos Peña acusó al actual director del Bandex de irresponsabilidad por permitir la transferencia de propiedad sin verificar la situación legal del terreno y la existencia de la iglesia, que ha estado ocupando el espacio por más de una década.
“La ley es clara en establecer que el ocupante de buena fe tiene derecho a ser considerado en cualquier transacción de propiedad”, afirmó Peña.
En una respuesta a las acusaciones, Juan Mustafa, gerente general del Bandex, insistió en que no tenían conocimiento de la presencia de la iglesia en el terreno al momento de la venta y afirmó que no habían recibido solicitudes formales de compra relacionadas con esa propiedad.
La controversia se intensificó cuando se reveló que el título de propiedad se emitió poco después de las recientes elecciones, lo que llevó a especulaciones sobre posibles vínculos políticos y la influencia del reclamante haitiano.
Además, Peña aprovechó la oportunidad para referirse a otra controversia que involucra al director de Compras y Contrataciones, Carlos Pimentel, quien está siendo investigado por presuntas irregularidades en el proceso de licitación de un contrato millonario.
Peña sugirió que la situación del terreno, podría ser una distracción de los problemas más amplios de corrupción que afectan al gobierno actual.
Los feligreses de la iglesia están sintiendo la presión del inminente desalojo, ya que se ha emitido una notificación que ordena su desalojo en caso de no abandonar el terreno.
La comunidad, unida en esta lucha, ha comenzado a movilizarse, esperando que las autoridades reconozcan su derecho a la propiedad y se detengan los planes de desalojo.
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